Mucho gusto

 

Me gustan los momentos que carecen de frontera, que se expanden en tus manos si les dejas y lo ocupan todo (pasado, presente y futuro). Me gusta la orilla y me gusta el mar (a pesar de sus profundidades). Me gusta el cine que te hace lumbre en la zona de confort y también me gusta el cine que te hace una pira funeraria en la zona de confort y te ahoga en vapores tóxicos y revelaciones existenciales hasta que sales un poquito a que te dé el aire y te cuestionas la vida y el arte. Me gusta el talento que no pide permiso. Me gustan los seres humanos que dan. Me gusta la literatura (y toda su inmensidad). Me gustan los versos esféricos y perfectos de la vida con curvas. Me gusta la falta de rima que no pierde aliteración, ni música, ni corazón; sobre todo esto último. Me gusta la noche porque no pide explicaciones (y tampoco las da). Me gustan los mástiles desnudos. Me gusta el suelo porque no lo necesito para nada. Me gusta la cima de la montaña (por todo lo que le precede). Me gusta la cima del orgasmo (por todo lo que le precede). Me gusta la música (y a esto no le cabe puntualización alguna). 

Me gusta de este listado que siempre estará incompleto (un poco como yo).