El camino es la meta

La mejor forma de saber que se va a la velocidad adecuada es verlo todo borroso. Y no deja de ser hermoso querernos pedalear, con tantas dioptrías. Como cerrando los ojos un poco pero abriéndolos mucho. Hace millas que no escucho, el viento, y hace mella en mis mejillas. No sé del frío, pero lo hace.

Y a veces sonrío. Mirando al frente.

Tengo el corazón valiente y el pasado en la cuneta.

La mejor forma de saber que se va a la velocidad adecuada es no tener claro del todo si se habla de amor, o de montar en bicicleta. 

Nota: Esta entrada forma parte del proyecto "Marcos", creado por el fotógrafo "Pepe Gómez" con sus fotografías y escritores invitados. Esta es mi contribución.